Cybereason publicó los resultados de una investigación de un estudio global de ciberataques por ransomware de casi 1.300 profesionales de la seguridad que revela que más de la mitad de las organizaciones han sido víctimas de un ataque de ransomware y que el 80 por ciento de las empresas que optaron por pagar una demanda de rescate sufrieron un segundo ataque de ransomware, a menudo a manos del mismo grupo de actores de amenazas.
El informe “A Global Study on Ransomware Business Impact” también divulgó que de las organizaciones que optaron por pagar una demanda de rescate para recuperar el acceso a sus sistemas cifrados, el 46 por ciento informó que algunos o todos los datos se corrompieron durante el proceso de recuperación.
Estos hallazgos subrayan el costo real de pagar a los atacantes de ransomware y que las organizaciones deben centrarse en estrategias de detección y prevención tempranas para poner fin a los ataques de ransomware en las primeras etapas antes de que los sistemas y datos críticos se pongan en peligro.
Pagar una demanda de rescate no garantiza una recuperación exitosa, no evita que los atacantes vuelvan a golpear a la organización víctima y, al final, solo agrava el problema al alentar más ataques. Hacer frente a la amenaza mediante la adopción de una estrategia de prevención para la detección temprana permitirá a las organizaciones detener el ransomware disruptivo antes de que puedan dañar el negocio.
El informe “A Global Study on Ransomware Business Impact” también divulgó que de las organizaciones que optaron por pagar una demanda de rescate para recuperar el acceso a sus sistemas cifrados, el 46 por ciento informó que algunos o todos los datos se corrompieron durante el proceso de recuperación.
Estos hallazgos subrayan el costo real de pagar a los atacantes de ransomware y que las organizaciones deben centrarse en estrategias de detección y prevención tempranas para poner fin a los ataques de ransomware en las primeras etapas antes de que los sistemas y datos críticos se pongan en peligro.
- Pérdida de ingresos comerciales: el 66 por ciento de las organizaciones informaron una pérdida significativa de ingresos después de un ataque de ransomware.
- Las demandas de rescate aumentan: el 35 por ciento de las empresas que pagaron una demanda de rescate desembolsaron entre 350.000 y 1,4 millones, mientras que el 7 por ciento pagó rescates que superaron los 1.4 millones.
- Daño a la marca y la reputación: el 53 por ciento de las organizaciones indicaron que su marca y reputación se vieron dañadas como resultado de un ataque exitoso.
- Pérdida de talento de nivel C: el 32 por ciento de las organizaciones informó haber perdido talento de nivel C como resultado directo de los ataques de ransomware.
- Despidos de empleados: el 29 por ciento informó que se vio obligado a despedir empleados debido a presiones financieras luego de un ataque de ransomware.
- Cierres de empresas: un sorprendente 26 por ciento de las organizaciones informó que un ataque de ransomware obligó a la empresa a cerrar sus operaciones por completo.
Pagar una demanda de rescate no garantiza una recuperación exitosa, no evita que los atacantes vuelvan a golpear a la organización víctima y, al final, solo agrava el problema al alentar más ataques. Hacer frente a la amenaza mediante la adopción de una estrategia de prevención para la detección temprana permitirá a las organizaciones detener el ransomware disruptivo antes de que puedan dañar el negocio.