El desarrollo de la “empresa a distancia” en la que una gran parte de los empleados de la compañía trabajan desde sus casas, ha evidenciado ahora más que nunca, lo importante que es invertir en ciberseguridad. Y, en un momento en el que los teletrabajadores se han convertido en uno de los objetivos favoritos de los cibercriminales, la adopción de soluciones de firewall como servicio, se ha disparado. ¿Pero en qué consisten exactamente? ¿En qué se diferencia un firewall tradicional se su versión “as a service”?
¿Qué es un Firewall as a Services?
El Firewall as a Services (en adelante FWaaS), como la inmensa mayoría de la oferta de productos tecnológicos “as a service”, se construye y se ofrece desde el cloud.
Cuando un dispositivo o una aplicación se conecta a un servicio FWaaS a través de Internet, automáticamente se le aplican reglas de dominio, filtrado de URL y otras medidas de seguridad que habitualmente utilizan los cortafuegos físicos, configurándose en este sentido en función de las necesidades de la empresa.
El objetivo es que gracias a este servicio de seguridad, las compañías puedan dejar de depender de hardware que, en un momento determinado puede quedar obsoleto, reducir la inversión inicial en tecnologías de seguridad y facilitar la extensión del firewall a todo tipo de ubicaciones.
FWaaS se basa en la tecnología en la nube. Un usuario o una aplicación se conecta al FWaaS a través de Internet y el servicio aplica reglas de dominio, filtrado de URL y otras medidas de seguridad que utilizan los dispositivos de firewall físicos. La idea es reemplazar la multitud de firewalls de hardware que necesitaría para proteger todo el tráfico de la empresa desde todos los diferentes sitios operativos con conexiones seguras de Internet al servicio.
Cuando un dispositivo o una aplicación se conecta a un servicio FWaaS a través de Internet, automáticamente se le aplican reglas de dominio, filtrado de URL y otras medidas de seguridad que habitualmente utilizan los cortafuegos físicos, configurándose en este sentido en función de las necesidades de la empresa.
El objetivo es que gracias a este servicio de seguridad, las compañías puedan dejar de depender de hardware que, en un momento determinado puede quedar obsoleto, reducir la inversión inicial en tecnologías de seguridad y facilitar la extensión del firewall a todo tipo de ubicaciones.
FWaaS se basa en la tecnología en la nube. Un usuario o una aplicación se conecta al FWaaS a través de Internet y el servicio aplica reglas de dominio, filtrado de URL y otras medidas de seguridad que utilizan los dispositivos de firewall físicos. La idea es reemplazar la multitud de firewalls de hardware que necesitaría para proteger todo el tráfico de la empresa desde todos los diferentes sitios operativos con conexiones seguras de Internet al servicio.
¿Es mejor un FWaaS que un Firewall tradicional?
En realidad, salvo el componente cloud, en poco se diferencia un FWaaS con respecto de ese firewall físico que podamos instalar en nuestro CPD. De hecho, que el FWaaS haya crecido en popularidad no ha impactado demasiado en la venta de dispositivos dedicados y especialmente en empresas de tamaño medio que no suelen contar con muchas ubicaciones, estos dispositivos «de hierro» siguen siendo una apuesta segura.
En algunos aspectos de hecho, sigue siendo más interesante apostar por una inversión inicial pero que, a causa de la longevidad de los cortafuegos se va diluyendo rápidamente con el paso del tiempo, al de un servicio que vamos a tener que seguir pagando mes a mes. Por otro lado, al ser dispositivos on-premises, pueden prometernos una latencia inferior a la que vamos a encontrar en la nube.
Dicho esto y tal y como hemos apuntado antes, la dispersión de los trabajadores ha provocado que, en los últimos meses, la adopción de servicios FWaaS no pare de crecer. Hablamos de cortafuegos que virtualmente pueden proteger cualquier tipo de conexión, desde cualquier ubicación remota, ya sea desde la sede que nuestra empresa tiene en Alicante, ya sea la que proviene desde el teléfono móvil de un empleado que está pasando unos días en Lisboa.
En este sentido y tal y como apunta Gartner, de mantenerse la actual tendencia de teletrabajo, el mercado del FWaaS podría crecer desde los 251 millones de dólares actuales, hasta los 2.600 millones de dólares para el año 2025. Eso daría a FWaaS una cuota del 21% del mercado, en menos de cinco años.
En algunos aspectos de hecho, sigue siendo más interesante apostar por una inversión inicial pero que, a causa de la longevidad de los cortafuegos se va diluyendo rápidamente con el paso del tiempo, al de un servicio que vamos a tener que seguir pagando mes a mes. Por otro lado, al ser dispositivos on-premises, pueden prometernos una latencia inferior a la que vamos a encontrar en la nube.
Dicho esto y tal y como hemos apuntado antes, la dispersión de los trabajadores ha provocado que, en los últimos meses, la adopción de servicios FWaaS no pare de crecer. Hablamos de cortafuegos que virtualmente pueden proteger cualquier tipo de conexión, desde cualquier ubicación remota, ya sea desde la sede que nuestra empresa tiene en Alicante, ya sea la que proviene desde el teléfono móvil de un empleado que está pasando unos días en Lisboa.
En este sentido y tal y como apunta Gartner, de mantenerse la actual tendencia de teletrabajo, el mercado del FWaaS podría crecer desde los 251 millones de dólares actuales, hasta los 2.600 millones de dólares para el año 2025. Eso daría a FWaaS una cuota del 21% del mercado, en menos de cinco años.
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